jueves, 9 de agosto de 2012

Trasporte de Sada a Coruña

Coche de caballos de Don Manuel Agra
A inicios del siglo XX, en Sada había un coche de cuatro ruedas tirado por cinco caballos, propiedad de Don Manuel Agra, que hacía el viaje Sada-Coruña. Pasado el tiempo Don Manuel retiró la carrilana de caballos y compró dos coches: un Hispano Suizo y un Dedión Bouton. Aunque nadie se quedaba en tierra en el viaje a Coruña, aquellos que querían ahorrarse dinero, hacían el viaje a pie hasta Santa Cruz de Mera y allí embarcaban en una lancha a vela de mercancías que salía por la mañana y regresaba por la tarde.


Al llegar el tranvía a Sada en los años 20 (solicitado por Don Pedro Barrié de la Maza), ni las lanchas de Santa Cruz ni los coches de Don Manuel Agra tuvieron futuro. Pero el progreso no se detuvo aquí, y ya bien entrados los años 30, también el tranvía tuvo que dejar paso a otra empresa de transporte:

EMPRESA LÓPEZ (1937): TRANSPORTES SADA - CORUÑA
LA EMPRESA LÓPEZ, (compuesta por cinco ómnibus: dos G.M.C., un Ford, un Dion Boutone, un Henschel) perteneciente a dos hermanos: Don Julio y Don Elías López. Ésta, fue vendida en los años 60 a Autos Cal Pita, la cual sigue prestando servicio en la actualidad.

Regresando a aquellos años 30 y a la persona de Don Elías, resaltar que era hombre no sólo de muchas palabras sino también de buenas obras. Solía amenizar el viaje a los usuarios indicándoles los lugares por donde iban pasando. La gente de Sada no olvida las anécdotas que quedaron en la memoria de todos sobre su persona y su humor. Recojo aquí algunas:
 
Cuando el coche iba completamente lleno, que era habitualmente, Don Elías tenia la costumbre de tratar de acomodar a los viajeros Cuando veía que alguna señora estaba de pie y había hombres sentados, decía en voz alta y clara: “ ¡Caballeros, hay señoras! ”. Como veía que nadie se levantaba, ni cedía su asiento, entonces cambiaba la frase exclamando: “¡Señoras, no hay caballeros!”.

Otra frase por la que seguro algunos y algunas lo recordarán es: "¡Pasen y siéntense, penetren al interior!", estando el coche completamente lleno.

Otra anécdota de Don Elias. Un día se le acerco un señor muy bien “trajeado”y le pregunto si era el dueño de la Empresa. Don Elias que era un hombre muy perspicaz, supuso que interlocutor podría ser algún inspector que podría darle alguna mala noticia para su economía, y seguidamente tomó la palabra y le dijo: "¡mire usted señor! Yo no soy el dueño, sino un humilde recaudador de esta empresa que lleva mi apellido, pero sin embargo, mi querido “amigo”, yo le informaré quienes son los verdaderos dueños !tome nota! Son: Hacienda, Ayuntamiento, Diputación ,talleres mecánicos, gasolineras, talleres eléctricos, establecimientos de ruedas y neumáticos, accesorios de coches y todos aquellos que están en la nómina de gastos de esta empresa ¡”estos son los verdaderos dueños de este negocio”!y si me lo permite le añadiré, compañía de seguros, garajes, establecimientos de reparaciones y otros gastos extra, que ahora no vienen a cuento...

Don Elias le hizo un resumen tas extenso y detallado a este señor,de la serie de cargas e impuestos que tenia que soportar sobre sus hombros y “bolsillo”. Y finalmente Don Elias, haciendo gala de su exquisito lenguaje le preguntó a su contertulio de turno,¡oiga amigo!.Por casualidad no será Vd,uno más que tenga que añadir a la lista de dueños de esta empresa. La respuesta nunca se pudo saber...

Hasta aquí, un relato de mis vivencias y para aquellos que deseen saber más sobre las ocurrencias de Don Elías pueden remitirse a los escritos de : Eduardo Guillén Vila, Xulio Cuns y Emilio Santos Martínez.

1 comentario:

  1. Me gusta mucho lo que publicaste. leí primero memoria y creí que alguien se adelantara. Ahora leí en la Plaza de la pescadería y ya sé que eres tú.Es un relato amplio y muy ameno.

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