lunes, 21 de noviembre de 2011

Una plaza para Pancha

Pancha
Recibí un correo de Víctor, "nuestro profe", que me informa que el blog de clase, Cousas de Sada, pasa a llamarse Praza da pescadería, por estar nuestra clase en esta plaza. Esta plaza se llama así porque hace muchísimos años (antes de 1900), aquí era donde se subastaba el pescado que traían las pequeñas lanchas que había en aquellos tiempos, y que se movían a remos. Salían por la mañana y regresaban por la tarde. A unos pasos de esta plaza (C/Tenencia, 16) vivía Francisca Morlán "PANCHA" o la "MAESTRA PANCHA", como cariñosamentre se la llamaba. El bajo de su casa lo convirtió en una escuela. Pancha no tenía ningún título, pero desde muy joven quiso ser maestra.

El padre de una amiga, la preparó para presentarse a los exámenes en la Escuela Normal de Maestros. No aprobó el examen, pero no se desanimó y en el año 1929 abrió su propia escuela en el bajo de su casa. Quisieron cerrársela varias veces, incluso la Guardia Civil llegó a ir a su casa para hacerlo, pero después de muchas luchas consiguió que le dieran un permiso definitivo, y así continuó dedicándose a la enseñanza hasta la edad de 80 años, dejando un recuerdo imborrable a varias generaciones. Su casa ya no existe, en su lugar se levanta un esdificio de varias plantas. Dicen que su presencia está presente en una figura (escultura) colocada delante de una de las fachadas del inmueble; muestra a una persona en actitud proctetora con un niño. Es como un homenaje del promotor del edificio a la que fue su primera maestra. Pero no hay nada que indique por medio de una placa que está dedicado a "PANCHA".

Yo fui a su clase como cientos de sadenses y también de los alrededores. Allí empezaron los dos últimos alcaldes del franquismo. Dejé su clase entre los 10 y 11 años para iniciar estudios secundarios. Guardo un precioso recuerdo de ella y de su clase. Creo que el pueblo de Sada o sus autoridades no supieron apreciar lo que PANCHA hizo por nosotros, no sólo enseñándonos, sino también inculcándonos todo lo bueno que ella tenía. Agarrándome a la oportunidad que me brinda este blog, quiero pedir desde aquí, que lo que hoy conocemos como Plaza de la Pescadería, pase a llamarse "PLAZA DE LA MAESTRA PANCHA". Creo que se lo debemos y ella se lo merece.

Nació el 23 de mayo de 1901, murió el 20 octubre de 1996.

Pancha con sus alumnos alrededor de los años 50


6 comentarios:

  1. Que xenial este artigo! non tiven a experiencia ha, de coñecer a Pancha, tampouco coñezo moito Sada, aínda que si sei da vosa praziña e mesmo da vosa aula, máis despois de ler este artigo, non podo deixar de sentirme ben cerquiña desta historia e desta muller estupenda que loitou pola súa teima de facer este mundo un chisquiño millor, sen dúbida, non tería titulación, máis sería unha mestra desas que non se olvidan, desas mestras que as cousas que te ensinan, levalas contigo anos e anos. Noraboa por este artigo Maruja, tarei pendente das túas historias, graciñas e un saúdo a todas e todos.

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  2. Que historia mas bonita, que demuestra unos profundos valores humanos, esta maestra que no desistio de su vocacion, aunque no consiguiera el titulo de maestra,demostro lo que es la verdadera vocacion. estoy totalmente de acuerdo contigo al conocer su historia,Sada tiene una deuda con la maestra Pancha me gusta tu homenaje, que tome nota quien corresponda y se reconozca su dedicacion.

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  3. Que recuerdos Maruja, yo también fui a la escuela de Pancha, fue poco tiempo, pero tengo muy buenos recuerdos de ella,la recuerdo con mucha autoridad tenias que estar muy atenta en clase, pero lo que tu dices, nos enseñaba cosas buenas,es un sorpresa para mi el enterarme que no tenia titulo,pues era una maestra dedicada totalmente a los niños,yo también opino que se merece ese homenaje. Maruja, sigue contándonos cosas de antes,para los que lo vivimos y para los jóvenes, tu tienes mucho que contar y ya que tenemos este medio para enriquecernos con tú saber, personalmente te doy las gracias.

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  4. Estou moi de acordo coa xuxerencia da Srta. Maruja, Que, por certo foi a miña Mestra e Mestra de miña irmá Fina, Manola, e Manolito, conque:se lle pida á actual Corporación Municipal, que a: Praza da Pescadería, se chame: Praza Pancha Morlán, que fixo unha moi valuable contribución a educación, e o ensino primario dos nenos de Sada, e das súas aldeas, gran persoa debeu ser esta Dona Pancha Morlán... No ano 95, merquei unha pequena casiña, xusto enfrente da súa casa, que; cós anos convertiuse nun bloque de pisos... Cando demoliron esta casa, que, facía esquina a esta pequena Rúa da Tenencia, pensei no valor cultural e social desta casiña, e do valor da súa moradora, en dar clases a nenos de condición modesta na súa maioría, no baixo desta casiña, con falta de espacio, comodidades, ect., que: ela suplía co cariño que debía sentir po-los nenos, deuse de conta, coma muller sensible que ovbiamente era, da importancia de tan siquera saber ler e escribir... Así que dende aqqui animo a: Maruja Babío, a: Buscar firmas/asinaturas, pois estou ben segura que a apoirán todolos sadenses, e as xentes das aldeas, empezando po-la miña que é Samoedo. Animo, e un homaxe moi merecido a ESTA DONA, DONA PANCHA MORLAN. (Mag Gatita.)

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  5. Felicidades, por recordar a la MAESTRA PANCHA,se lo merece. Me gustaria puntualizar que la PLAZA DE LA PESCADERIA,al menos en los años 60 solo era una placa con ese nombre, porque para los vecinos y todos los niños que jugabamos alli se le llamaba ´´O RELLENO``, quizas por que era la unica plaza asfaltada que habia, al menos en el barrio de LA TENENCIA.

    Fdo. TENENCIA 9

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  6. Maruja con tu historia se me hace mas humana la srt Pancha y de gran valor..Yo también fui a su escuela,y tengo que decir que la tenia un miedo tremendo,(su hermana que no recuerdo su nombre era mas cariñosa) recuerdo sus reglazos en la punta de los dedos sin ninguna compasión, claro que así aprendí a leer y la tabla de multiplicar!! Otro de mis terrores era a la hora de hacer pis,que miedo me daba sentarme en aquel agujero......Son mis recuerdos de la escuela de Pancha Morlan. Pero estoy de acuerdo que de alguna manera se tendría que reconocer su estupenda labor y su valor

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